Píldoras Anti-Masonería

El blog CLAVIJO defiende los valores

de la Iglesia Católica y de España

amenazados por el proyecto masónico-luciferino

"Nuevo Orden Mundial"


e-mail: ClavijoEspana@gmail.com



jueves, 16 de enero de 2014

MÉXICO: Masonería, Revoluciones y "Cristiada" (1193)

Escudo del rito masónico nacional mexicano

En 1929, el presidente masón de México, Portes Gil, dijo en un discurso público a los masones mexicanos, inquietos por el pacto para acabar con la guerra cristera:

 “El Estado y la Masonería en los últimos años han sido una misma cosa porque los hombres del poder han sabido siempre identificarse con los principios revolucionarios de la Masonería”.

La Masonería es la ideología gnóstica, la super-herejía  progenitora del Relativismo y la Ilustración antropocéntrica, responsables de las principales Revoluciones en el occidente cristiano:

-1642:  Revolución pre-masónica de Cromwell en Inglaterra
-1717:  Fundación de la Masonería en Londres
-1776:  Revolución de las 13 colonias inglesas de América 
-1789:  Revolución Francesa y Rebelión católica 
-1810:  Revolución de las provincias españolas de América
-1848:  Revoluciones en Europa occidental
-1861:  Fundación masónica del reino de Italia
-1910:  Fundación masónica de la república de Portugal
-1917:  Revolución socialista en Rusia
-1926:  Rebelión cristera en México
-1936:  Rebelión católica en España
-1989:  Revolución neo-comunista: ecologista, indigenista, etc.

La derivada actual de la Masonería es el "Poder supranacional en la sombra", que pretende el Gobierno mundial por instigación del Maligno, el padre de la mentira.

El "Nuevo Orden Mundial" no es posible sin la anulación previa de la Iglesia Católica; la única institución, con dos mil años, que supera los mil millones de creyentes, defensora de la vida, la ley natural, la verdad, la justicia, la libertad y la dignidad del hombre.


SUMARIO
1. Revolución Masónica
2. "CRISTIADA"
3. MÉXICO: La MASONERÍA en su Historia

1. Revolución Masónica
México, la primera nación católica americana de habla hispana, no fué una colonia sino un virreinato de la Corona de España con soberanía en más de dos tercios del actual territorio de Estados Unidos (hasta el río Misisipi en 1803).

México era la provincia más rica, vasta, próspera y culta de toda la América hispana; la Iglesia mexicana asombraba por sus valores espirituales gracias a la protección de la Virgen de Guadalupe, que se apareció en el cerro de Tepeyac (1531) dejando el testimonio de su bello rostro en el manto del indio Juan Diego. Su Santuario en Ciudad de México es visitado anualmente por más de veinte millones de peregrinos.

Cuando Fernando VII entregó España a Napoleón, los criollos mexicanos se rebelaron contra los españoles afrancesados al servicio del liberalismo masónico. El apogeo político de la Masonería española durante el trienio liberal (1920/3) favoreció la independencia de México, casi sin traumas.

El ejécito español en Ámerica no pasaba de 25.000 soldados para la defensa del territorio que se extendía de Alaska a la Tierra del Fuego. Los rebeldes liberales se conjuraron en Quito (1819) contra el absolutismo del rey "felón" bajo el liderazgo de Simón Bolívar, masón de alto nivel al servicio del imperio británico. En 1823 el gobierno USA impuso la doctrina Monroe a los europeos, iniciando la tutela masónica sobre el continente americano.

En 1829, la República de México, dirigida por masones controlados por el embajador norteamericano, decretó la expulsión de todos los españoles, desmantelando los territorios y misiones del Norte. Desde la anexión de Florida (1819), USA practicó la infiltración de colonos anglosajones al sur del río Grande.

En 1835, el general Houston proclamó la independencia de Texas, patrocinada por un cónclave de masones mexicanos y norteamericanos. El general López de Santa Ana con 2.000 soldados eliminó la resistencia de los invasores en El Álamo pero fue derrotado en la batalla de San Jacinto.

En 1846, Estados Unidos ocupó Nuevo México, Arizona y California; el vicepresidente masón de México Gómez Farias esquilmó a la Iglesia para financiar la guerra contra Estados Unidos, que finalizó a los dos años con la firma del humillante tratado de Guadalupe Hidalgo por el que México perdió más de la mitad del territorio heredado de España.

El régimen liberal-masónico degeneró en la etapa de Porfirio Díaz después del trágico intermedio imperial de Maximiliano, impuesto por Napoleón III, jefe supremo de la Masonería europea continental.

En 1908, apareció un semanario satírico de gran influencia, muy crítico con el régimen porfirista, dirigido por Francisco Madero, que practicaba el espiritismo y pertenecía a la masonería dependiente de los Estados Unidos. Madero asumió la presidencia (1911) e inició la etapa de la Revolución mexicana que aún perdura. El 1% de la población poseía el 97% de a Tierra (menos de 900 hacendados gratos al régimen).

El general Huerta, gobernador de la capital, pactó con los oligarcas sublevados y derrocó a Madero que fue asesinado. La revolución alumbró tres caudillos:

-Villa, guerrillero en el Norte.
-Carranza, apoyado por el general Obregón, dominador de la región occidental y protegido de los norteamericanos.
-Zapata, el iluminado alzado en el Sur. 

En 1915, Obregón tomó la capital y acabó con la anarquía. El presidente Carranza promulgó la Constitución Revolucionaria (1917) de ideología masónica, ferozmente anticlerical, que prohibió la enseñanza religiosa y nacionalizó los bienes de la Iglesia.

En 1919, Obregón asesinó a Zapata y obligó a huir a Carranza que se llevó el Tesoro público y un harén. Murió asesinado también (1929), había ganado las elecciones por abrumadora mayoría y protegido a todos los enemigos de la Iglesia: liberales-radicales, marxistas, anarcosindicalistas y comunistas, que se conjuraron bajo inspiración masónica contra la fe multisecular del pueblo mexicano.

2. "CRISTIADA"

En 1921, un atentado de inspiración masónica hizo explotar una potente bomba inmediatamente debajo del marco que encuadra el manto del indio San Juan Diego en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. ¡La imagen milagrosa permanece intacta a lo largo de los siglos! 

En 1924, subió a la presidencia el general Elías Calles, demagogo prevaricador que recrudeció hasta el paroxismo la persecución contra la Iglesia y los católicos, a los que pretendió aniquilar con vesania masónica; incluso intentó crear una iglesia apóstata y cismática. Provocó la reacción en varios estados: Jalisco, Zacatecas, Guadalajara, Michoacán. La rebelión contra la tiranía anticatólica se conoce como “Cristiada” o Guerra Cristera (1926/9).

La "Cristiada"es un conflicto de origen masónico e importancia mundial, además de un clarísimo precedente de la Guerra civil española (1936/9), consecuencia de una Constitución masónica (1931), la II República y la Revolución socialista (1934), cuando fueron asesinados 13 obispos, 7.000 consagrados y unos 50.000 laicos. Más de 1.500 mártires han sido ya beatificados.

La intolerable persecución del gobierno de Calles y Obregón provocó la reacción de los católicos, con dos millones de firmas contra la violación de las leyes más elementales de la convivencia. Finalmente el Episcopado mexicano decretó el “interdicto”, pena canónica que suspendía el culto público en toda la nación.

Nunca se había visto una guerra popular de tal envergadura desde el alzamiento (1793) de la Vendée contra el ejército de la Revolución ilustrada y masónica de Francia que provocó el genocidio de 250.000 católicos.

Los rebeldes mexicanos se llamaron “cristeros” y entraban en combate al grito de “Viva Cristo Rey”. Las jóvenes pelearon también heroicamente en las brigadas Juana de Arco.

El gobierno mexicano respondió con decenas de sacerdotes asesinados, profanación de iglesias, atentados y violaciones por militares. Juan Pablo II ha beatificado (1992) a 22 sacerdotes y 3.000 seglares víctimas del odio a la fe en la guerra cristera.

Asesinado Obregón, asumió la presidencia Portes, marioneta del general Calles, bajo el patrocinio del embajador Monroe de los Estados Unidos. El Partido Nacional Revolucionario monopolizador del poder durante dos décadas cambió su nombre por el de Partido Revolucionario Institucional (PRI) que es la ficción democrática más escandalosa del mundo, de inspiración masónica. Y sigue en el Poder.


Imprime esta entrada