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martes, 31 de marzo de 2015

Ruptura y Bancarrota de ESPAÑA: BILDERBERG dirige el proyecto "Nuevo Orden Mundial" para una Confederación de Naciones. Felipe González, Grupo PRISA y Grandes Bancos-Empresas del Ibex preparan un Gobierno de concentración PP-PSOE para reformar la CONSTITUCIÓN de las Autonomías con Referéndum en DOS años. El Estado de Partidos ha destruido el sistema público de Eseñanza, principal motor del Desarrollo y se ha convertido en insostenible y corrupto (1769)

2020: Confederación de Naciones Ibéricas
Santiago Clavijo y Alejo Vidal-Cuadras

Felipe y el Ibex quieren un Gobierno PP-PSOE 
tras las generales para Reformar la Constitución

Felipe y el Ibex quieren un Gobierno de unidad tras las generales. Inmediatamente después de las generales, se formaría un Gobierno de concentración entre PP y PSOE, con una agenda a dos años cuya prioridad consistiría en la apertura de un proceso constituyente, es decir, abordar una reforma de la Constitución del 78, que sería sometida a votación en referéndum, inmediatamente después del cual se disolverían las Cámaras para ir a nuevas elecciones generales.
Mariano Rajoy Brey ya es sesentón. El viernes cumplió 60 castañas, y asegura ante amigos que cumplirá 61 como inquilino de La Moncloa, es decir, siendo presidente del Gobierno, de modo que el gallego que más leña ha recibido en mucho tiempo tiene plena confianza en ganar las generales de final de año, porque los equipos revelación de la temporada, Podemos y Ciudadanos, perderán fuelle hasta situarse en un lugar más discreto del que ahora tantos auguran. La llave maestra del gallego fino sigue siendo la economía y sus datos, cada vez más sólidos, como el Banco de España se encargó de ratificar esta semana. Atentos a las cifras de paro de fin de mes. Y de crecimiento. En la Moncloa sigue reinandoPedro Arriola y su convencimiento de que las elecciones se deciden por el bolsillo, que es casi tanto como decir por el estómago, y que lo demás son gaitas. Gallegas, para más señas.
Sostiene Mariano que estos han sido los tres años más duros de su vida política, y no parece que 2015, cuarto y último de la legislatura, tenga mejor pinta. Anda el gallego lamiéndose las heridas del revolcón sufrido en Andalucía el pasado domingo, porque el hombre se echó la campaña a cuestas, sabedor de lo que se jugaba, en defensa del candidato propuesto por el camarada Javier Arenas, el mejor amigo de Luis Bárcenas, viajando al sur en reiteradas ocasiones y, lo que es peor, aceptando los términos de la confrontación populista que le propuso Susana Díaz. El resultado es que la parroquia que vota PSOE lo ha seguido haciendo a pesar de los escándalos de todos conocidos, mientras que el electorado ha pasado factura a los del PP y a la política de ajustes “de Madrid” obligada por la crisis. La derrota andaluza es, pues, suya y de sus acólitos, los reyes del “sí, bwana”, de esa gente mayor de edad, que no de dignidad, que en la mañana del lunes se sentó en la sede de Génova en torno al carismático líder y se tragó sin pestañear explicaciones de lo ocurrido tan surrealistas como que “hemos ganado 100.000 votos sobre las europeas de mayo de 2014, por lo que las cosas no han ido tan mal”, o que el simpáticoMoreno nocilla Bonilla “no ha tenido tiempo para darse a conocer en la Andalucía profunda”, ignorando la proeza de un Ciudadanos que apenas un mes antes no tenía ni candidato en la región.

El PP es la constatación de un partido que está muy malito, 
que amenaza ruina, que no es que esté pagando 
las consecuencias de una política de ajustes, sino que 
se ha convertido en un partido manchado por la corrupción

En contra de lo ocurrido tras esas elecciones, cuando, a pesar de sus malos resultados, el PP logró ocultar sus vergüenzas sacando a relucir las del vecino, es decir, poniendo el foco en los pésimos datos del PSOE, ahora ya no ha sido posible repetir semejante ejercicio de prestidigitación, ahora las miserias de Rajoy y sus pupilos han quedado en evidencia. Es la constatación de un partido que está muy malito, un partido que amenaza ruina, que no es que esté pagando las consecuencias de una concienzuda política de ajustes obligada por la crisis (nuestro benemérito Estado gastó 58.000 millones más de los que ingresó en 2014, con una deuda pública que acaba de alcanzar por primera vez la mítica cima del billón de euros, como aquí contaba Antonio Maqueda este jueves), sino que se ha convertido en un partido manchado por la corrupción del que la gente huye o se esconde; un partido antipático, casi hostil, carente de una cara amable; un partido del que todo el mundo abomina; un partido sin prestigio ni autoridad moral para guiar los pasos de nadie.

El cambio desde dentro 
y la apertura de un proceso constituyente

Tampoco es que a la lideresa andaluza le haya ido muy bien la feria del 22 de marzo, a pesar de que el agitprop socialista ha vendido como un extraordinario éxito (“Susana Díaz obtiene una sólida mayoría”, El País del lunes 23) lo que no ha pasado de ser un fiasco en toda regla, porque no de otra forma cabe calificar la decisión de disolver en Sevilla para cosechar los mismos diputados que ya tenía, aunque con 125.000 votos menos, con los peores resultados de siempre del PSOE andaluz y sin un socio estable de Gobierno como el que tenía con IU. Un pan como unas tortas. Ahora, la señora Díaz está obligada a decidir en qué árbol se ahorca, ardua tarea que ha hecho a muchos conspicuos analistas rectificar sobre la marcha y apearse del triunfalismo exhibido en un primer momento. De modo que el PSOE sigue donde estaba, mal de necesidad, aunque ahora tenemos la demostración empírica de que el PP está peor, enfrentado a unas expectativas electorales funestas, con Andalucía en picado, sin partido en Cataluña y País Vasco, con Valencia y Murcia en almoneda, y seriamente amenazado en su fortín madrileño. En estas circunstancias, ¿sigue pensando de verdad el señor Rajoy seguir en La Moncloa en 2016, o nos hallamos ante el espectáculo renovado de un führer que, refugiado en el bunker de Moncloa, cree contar con ejércitos que solo existen en su imaginación?

Los resultados de las andaluzan han confirmado 
las expectativas de los grupos de poder que llevan 
la manija del régimen moribundo: el lobo de Podemos 
no es tan fiero como lo habían pintado

Los resultados del primer lance electoral del año 15 no han hecho sino confirmar las expectativas de los grupos de poder que llevan la manija del régimen moribundo: el lobo de Podemos no es tan fiero como lo habían pintado, y bien pudiera ser que quedara recluido en el aprisco electoral de la izquierda comunista del que nunca salió el glorioso PCE ni su posterior heredera, IU. En cambio, la eclosión de Ciudadanos abre la puerta a combinaciones muy sugestivas en el tablero de ajedrez que el Ibex 35 y sus terminales políticas, conFelipe González, Juan Luis Cebrián y Rubalcaba –que han vuelto a tomar las riendas del poder en la sombra- a la cabeza, están dispuestos a jugar en este año decisivo. La preocupación del mundo empresarial y financiero en 2014 se centró en cómo frenar el fenómeno Podemos, cómo acabar con su transversalidad, tras constatar su habilidad para instalarse con fuerza entre el votante no solo de izquierda, sino de centro e incluso del centro derecha. Ahora ya existe una fuerza política a la que ese votante puede acudir en caso de renegar del PP, de modo que hay que ayudar a Ciudadanos –alguien tiene que estar soportando financieramente la aventura-, aunque ello implique dañar la epidermis electoral del PP.
El tablero de ajedrez aludido tiene que ver con la formación de un Gobierno de concentración o de unidad nacional, llámesele como se quiera, entre PP y PSOE, inmediatamente después de las generales de noviembre, con una agenda a dos años cuya prioridad consistiría en la apertura de un proceso constituyente, es decir, abordar una reforma de la Constitución de 1978, que sería sometida a votación en referéndum, inmediatamente después del cual se disolverían las Cámaras para ir a nuevas elecciones generales. La eventual incorporación de Ciudadanos a ese Gobierno de coalición reforzaría mucho la fórmula, a la par que ayudaría al PSOE a superar sus complejos. Es el cambio desde dentro. En total serían tres años tres, que es el tiempo al que Felipe, uno de los muñidores del proyecto, aludía cuando en una reciente entrevista le preguntaron si veía a Susana, su criatura política, a los mandos del PSOE en Madrid: “Sí, la veo, pero quizá a tres años vista”. Los planes de Felipe y sus amigos en el Ibex 35 apuntan a que los cabezas de cartel de PP y PSOE en esas generales tras el cambio constitucional serían dos mujeres: Susana Díaz y Soraya Sáenz de Santamaría. ¿Incógnitas? Todas. Por ejemplo, ¿quién alienta en el seno del PP y/o del Gobierno ese proyecto constituyente, del que parece estar bien informado Felipe VI? ¿Tal vez la vicepresidenta y el elenco de listísimos tecnócratas que la rodean? Y Mariano… ¿Qué dice?

El PP navega hacia los acantilados de noviembre

¿Incertidumbre? Muchas. Las elecciones del 24 de mayo pueden devenir en auténticas catástrofes tanto para PP como para PSOE, con consecuencias directas sobre los liderazgos respectivos y, desde luego, sobre el “plan de máximos” arriba apuntado. Parece obvio que los resultados de Andalucía (encomiable la obstinación de Pedro Sánchez a la hora de venderlos como una gran victoria), permiten a Susana mantener abiertas todas sus opciones de futuro, lo que no se puede decir de Sánchez. Si el 22 de mayo el PSOE se fuera por la alcantarilla, al bello Pedro le resultaría muy difícil reclamar unanimidades en torno a su persona y en Ferraz podría ocurrir cualquier cosa de cara a las generales de noviembre. Mientras tanto, y en previsión a lo que pueda ocurrir el 25 de mayo, el chico se está haciendo con el poder orgánico dentro del partido a base de golpes de mano consistentes en “cepillarse” sin el menor miramiento a todo aquel aspirante a primarias o candidato electo que no le rinda pleitesía. ¡Democracia en estado puro!
Otro tanto, o peor, se puede decir del PP. La derecha política se juega mucho en una partida, municipales y autonómicas, en la que sale con las peores cartas. La pérdida de Valencia y Madrid, como se ha dicho, supondría un auténtico batacazo para el partido en tanto en cuanto anunciaría sin ambages la pérdida del poder en noviembre, un episodio que situaría al gran Mariano en condiciones de reeditar la hazaña de su antecesor, José María Aznar, cuando en 2004 pasó de la mayoría absoluta a la oposición sin solución de continuidad. Imposible, por otro lado, pensar en Ciudadanos acudiendo al rescate y permitiendo al PP gobernar Madrid a meses vista de las generales. Ahora bien, ¿alguien se imagina al Comité Ejecutivo del PP alzándose en armas contra Rajoy (tan lejos del Now we are the masters of our fate churchilliano, tan anclado al destino de su fatal desidia) en la mañana del 25 de mayo? El PP parece un barco a la deriva que avanza a toda máquina hacia los acantilados de noviembre, sin que en el puente de mando se advierta el menor intento de cambio de rumbo, entre otras cosas porque tal vez sea ya demasiado tarde para cualquier viraje.

La desesperanzada España 
de nuestros hijos (I)

El Confidencial-Roberto Centeno (9/3/2015): Una de las peores consecuencias de la estructura del Estado de Partidos ha sido la destrucción del sistema público de enseñanza, el principal motor de la ascensión social en España.
La consecuencia más nefasta derivada de la estructura del Estado de Partidos (1), impuesto a los españoles por los oligarcas de la Transición y de la crisis económica, que para nuestra desgracia ha sido “gestionada” por los dos presidentes de gobierno más desastrosos desde Fernando VII, es que ha llevado la desigualdad de la renta y la riqueza al mayor nivel conocido desde que existen series estadísticas, lo que nos sitúa como el segundo país más desigual de Europa después de Letonia. En los años 70 las diferencias salariales en grandes bancos y empresas eran como máximo de 25 a 1, hoy son de 300 a 1. Pero sobre todo han arruinado literalmente el futuro de nuestros hijos, a quienes legaremos una deuda monstruosa que jamás podrán pagar, aparte de un sistema de pensiones y de sanidad pública que están literalmente quebrados: por primera vez, desde la Guerra de la Independencia de hace dos siglos, los hijos vivirán peor que los padres e incluso que sus abuelos.
Han destruido el sistema público de enseñanza, que era uno de los mejores de Europa, lo que lo convirtió en el principal motor del ascenso social. Han creado un modelo de Estado económicamente ruinoso, insolidario y corrupto a todos sus niveles decisorios. La brecha entre ricos y pobres está a la cabeza de Europa. Están creando un mercado laboral tercermundista con salarios medios de 645 euros/mes, y donde más de la mitad de los jóvenes nunca encontrará un empleo digno. Han saqueado el sistema de pensiones hasta hacerlo insostenible, y donde todos los cálculos demuestran que las prestaciones deberán reducirse en un 40% para hacerlo viable. Y han contraído una deuda pública que supera ya el 140% del PIB, lo que arruinará la vida de las generaciones futuras. Esta es la España que legan a nuestros hijos aquellos que hoy pretenden seguir gobernándonos, al parecer hasta nuestra aniquilación.

1.- La destrucción de la enseñanza pública

En 1983, una de las prioridades socialistas fue hacerse con el control de la enseñanza pública como elemento esencial de adoctrinamiento. Bajo la excusa del “progresismo y la igualdad”, el trío Maravall-Solana-Rubalcaba empezó a desmantelar todo el sistema de enseñanza precedente, que era ciertamente modélico. Y lo primero fue expulsar de las universidades públicas a los mejores catedráticos y profesores con la excusa de la “dedicación exclusiva”. O se enseñaba o se trabajaba en el mundo real. Las dos cosas eran excluyentes. Lo segundo fue sustituir el conocimiento por el carnet de izquierdas para enseñar. Y lo tercero doblar el número de universidades con un nivel de enseñanza tan ínfimo que son solo fábricas de parados. Sería más barato pagar a los estudiantes de muchas universidades de nueva planta para estudiar en Harvard que tenerlas abiertas.

Bajo la excusa del 'progresismo y la igualdad', 
el trío Maravall-Solana-Rubalcaba empezó 
a desmantelar todo el sistema de enseñanza precedente

Recuerdo una comida mantenida a raíz de este disparate histórico en el restaurante La Dorada, en Madrid, en la que entre otros estuvieron presentes Enrique Fuentes Quintana, Ángel Rojo, el director de Puerta de Hierro –que era catedrático de Medicina–, y otros catedráticos con puestos de alta responsabilidad en grandes empresas. El tema era muy sencillo: si eras el jefe del Servicio de Estudios del Banco de España no podías enseñar a la vez Teoría Económica. Si eras cirujano y operabas, no podías enseñar Cirugía. Si habías construido la siderúrgica de Avilés, no podías enseñar Siderurgia. Si eras un penalista de primer nivel, no podías enseñar Derecho Penal, etc., etc. Era tal la barbarie que le pedí a Fuentes Quintana que hablara con Felipe González para evitar la ruina de la universidad pública. No estaba por la labor, y le dije: “Pero, Enrique, ¿qué pueden hacernos peor que esto?”. Su respuesta fue: “Roberto, eres un ingenuo, ni te imaginas lo que pueden hacer”.
Y tenía razón. Destruyeron la industria pesada y alimentaria para entrar en la CEE. Lo único que les importaba era el reconocimiento político europeo, el precio daba igual. Proclamaron e implantaron la cultura del pelotazo de la que Carlos Solchaga sería su gran apóstol. Y en la universidad, lo siguiente fue suprimir las oposiciones a cátedra –“puro fascismo”–. Para ser catedrático bastaban unos requisitos mínimos que reunían cientos de personas, y entre ellas elegir a los izquierdistas de partido. Los grandes catedráticos pasaron a las universidades privadas, y la universidad pública quedó devastada. Aunque todavía quedan excelentes profesores e investigadores en nuestras universidades, su número va siendo cada vez más marginal. Un 85% es pura mediocridad, cuando no incompetencia absoluta. Es la razón de que no haya ni una sola universidad española entre las 200 mejores del mundo, aunque a partir de 200 ya no se hacen diferencias. “Las universidades españolas están entre las peores”, según Time Higher Education en 2013.
Pero es peor aún: los buenos profesores están cada vez más acorralados por los mediocres con filiación política, que dedican su tiempo no tanto a enseñar, sino a hacerse con el poder en las universidades, empezando por las “jefaturas de departamento”, casi invariablemente ocupadas por “profesores” de carnet, lo que a su vez les permite contratar a más correligionarios y hacerse con todos los cargos de poder. La mayoría de los rectores son de obediencia o simpatía izquierdista. Y ya la puntilla: al transferirse por Aznar las competencias de educación a las autonomías, las universidades han crecido como hongos, sin plantillas idóneas para una enseñanza seria, y en lugar de fábricas de licenciados son fábricas de parados: a día de hoy el 70% de sus licenciados en el paro o trabajando como seiscientoseuristas. Si los españoles se dieran cuenta del daño que el PSOE, por acción, y el PP, por omisión, han perpetrado contra sus hijos y nietos, estos desaparecerían para siempre.

Los buenos profesores están cada vez más acorralados por 
los mediocres con filiación política, que dedican su tiempo 
no tanto a enseñar sino a hacerse con las universidades

Para España, como país, el tema es superable. Varias universidades privadas que en otro tiempo eran poco menos que academias de “piso” han adquirido una calidad realmente internacional. Un número creciente de chicos y chicas estudia en EEUU y Reino Unido. En este tema las universidades de los jesuitas han prestado y siguen prestando un servicio impagable a España y a los españoles. Pero el drama es que la esperanza que la enseñanza pública representaba para millones de españoles sin recursos para mejorar significativamente sus vidas a base de estudio y sacrificio ha desaparecido. Lo ha hecho por culpa del sectarismo y la incompetencia de la izquierda de partidos, y de la inacción de la derecha de partidos. Esta última, preocupada solo de su enriquecimiento personal, no ha tenido el menor interés de poner coto a la politización y el envilecimiento del sistema educativo cuando ha gobernado.
Y en cuanto al bachillerato público solo era superado por Francia, y en la enseñanza superior solo nos aventajaban Francia y Reino Unido, y estábamos al mismo nivel que Alemania, Suecia o Dinamarca. Hoy nos superan hasta los países del Este, y ocupamos el lugar 35/40 a nivel mundial. Es el resumen dramático del hundimiento de unas de las mejores enseñanzas públicas de Europa. Aquellos hijos de guardias civiles, de trabajadores, de profesionales modestos que se sentaban a mi lado en las aulas del Instituto Nacional de Enseñanza Media Fray Luis de León de Salamanca, y que hoy son médicos famosos, abogados de prestigio, ingenieros, ya no podrán conseguir en la España del futuro lo que consiguieron sus padres y abuelos. Aquel gigantesco ascensor social que existía en España antes de la infausta Transición ha sido destruido.

2.- Un Estado insostenible y corrupto

El Estado de las autonomías fue inventado e impuesto a los españoles por un puñado de arribistas, ávidos de reconocimiento social y sin el menor sentido del Estado, que a medida que alcanzaban algún grado de influencia iban subiendo la interminable escalera de sus ambiciones. Se crearon así 17 autonomías contrarias a la realidad histórica y totalmente innecesarias para la administración de España con la sola finalidad de dar cargos políticos, estatus elevados y poder sin control a los segundones de los partidos. Este modelo de Estado atomizado, en lugar de mantener centralizado los dos tercios del gasto, como ocurre en los estados federales, ha invertido la proporción. Las CC.AA. y entidades locales consumen las dos terceras del gasto total de la Administración Pública, algo único en el mundo, que lleva a un despilfarro anual de más de 100.000 millones (el 10% del PIB), respecto a lo que supondría un estado unitario administrativamente descentralizado.

El Estado de las autonomías fue inventado e impuesto 
a los españoles por un puñado de arribistas, ávidos 
de reconocimiento social y sin el menor sentido del Estado

Se trata de un cáncer mortal que vamos a legar a nuestros hijos, algo canallesco que tenemos la obligación grave de extirpar. Hay que eliminar lasAdministraciones autonómicas, Gobiernos, Parlamentos, empresas públicas, diputaciones, así como llevar a cabo una reducción drástica de ayuntamientos inútiles o inviables. Su mera existencia es incompatible con el futuro económico de España, y lo que aún es peor, con la esencia de España como nación. La Comisión europea no deja de recordarnos además que este modelo de Estado rompe la unidad de mercado, chocando frontalmente con la libertad de movimiento de mercancías, con la solidaridad interregional y con la competitividad. Y la pasada semana la Comisión denunció que la disparatada estructura territorial contribuye de modo decisivo al incremento de la pobreza y al aumento de la desigualdad.
Fue en las autonomías y en las corporaciones locales donde el Estado de Partidos encontró el inagotable pesebre para sus legiones de parientes, amigos y correligionarios. Diecisiete reinos de taifas, varios de ellos obsesionados por constituirse como nación, con sus Parlamentos, sus instituciones, sus televisiones, sus miles de empresas públicas donde enchufar a cientos de miles con salarios muy por encima de los funcionarios de carrera, sin necesidad de dar explicaciones a nadie y sin control alguno. Ha sido la desvertebración de España: diecisiete sistemas sanitarios diferentes con protocolos y sistemas informáticos a veces incompatibles, con diecisiete sistemas educativos contradictorios y a cual peor, en muchos de los cuales se niega la propia realidad de España como nación. Peleas entre regiones donde se blindan privilegios y hasta los ríos. Ruptura completa de unidad de mercado con más de 100.000 leyes promulgadas para separarnos.
A esto se suma el desastre de los “ayuntamientos democráticos”, donde en lugar de optar por la elección directa de alcaldes como en las verdaderas democracias y mantener las instituciones locales como ámbitos de gestión, se optó por el clientelismo y la orgía partidista por los políticos de turno con su legión de enchufados, de forma que donde había diez funcionarios pusieron a cien. También fueron desmanteladas, por la Ley de Bases de Régimen Local 7/1985 del Gobierno socialista, todas las funciones de control de los secretarios e interventores, única garantía de los ciudadanos ante la corrupción y el nepotismo, sustituyendo a los únicos garantes de la legalidad y el control del gasto por cargos de libre designación y dejando el campo libre a la clase política y sus redes clientelares. Esto es particularmente escandaloso en las grandes ciudades, donde un concejal presidente de distrito, por ejemplo, puede trocear los contratos públicos para poder adjudicarlos a dedo y no pasa absolutamente nada. Madrid es un buen ejemplo de ello. Y cuando estos hechos han sido denunciados por UPyD y algunos medios, Esperanza Aguirre, como responsable del PP de Madrid y de la lucha contra la corrupción, en lugar de comprobarlos los ha ignorado. Y lo que es peor: los responsables repetirán probablemente en las próximas listas para el Ayuntamiento. Y si no a la Comunidad de la indulgente mano de Cristina Cifuentes. Como me decía hace años el alcalde izquierdista de Prat de Llobregat, “nosotros hemos sido elegidos democráticamente, y no necesitamos el control de nadie. Nos controla el pueblo en las elecciones”. Parece ser lo mismo que piensan Doña Esperanza y Doña Cristina.
(1) Denominación técnica de Antonio García Trevijano.

La desesperanzada España 
de nuestros hijos y nietos (II)

Quienes el domingo en Andalucía voten a Susana Díaz o al PP, que prometen bajadas de impuestos y gasto a todo trapo, financiado con el QE del BCE, estarán votando el hambre o la miseria de sus hijos
Roberto Centeno (16/3/2015): El próximo domingo se celebra la primera de las cuatro elecciones que este año decidirán el destino de España. El destino, porque nuestra burbuja de deuda no podrá aguantar cuatro años más de déficits y gasto sin control; porque en cuatro años las pensiones tendrán que reducirse sustancialmente, porque en 30 meses la caja de la Seguridad Social habrá desaparecido; porque conseguir crecimientos anuales del PIB de entre 9.000 y 10.000 millones de euros a costa de incrementar la deuda computable en 70.000 millones y la exterior en 30.000 millones es el camino cierto al abismo; y porque, como consecuencia de los recortes salariales y los empleos basura de Rajoy, según el informe de la Comisión España 2015, la pobreza ya no es exclusiva de los parados y un 10,5% de la población ocupada –1,8 millones de personas– se encuentra en riesgo de pobreza. El PP no tiene la menor intención de cambiar de política, y todas sus reformas en marcha –laboral, de las pensiones o fiscal– llevarán a millones a la exclusión social cuando se completen.
Explicaba aquí Carlos Sánchez cómo alcaldes y comunidades autónomas responsables de más de la mitad de la inversión pública se han lanzado a una orgía de gasto sin precedentes para comprar votos y voluntades de cara a las elecciones de mayo. Con la ayuda de Rajoy, que facilita dinero sin límite hasta a los enemigos de España, están incrementando el gasto entre un 40 y un 60% para obra pública inútil o ruinosa –¿cuánto se estarán llevando en comisiones?– y ya el colmo es que el presidente de Seopan, la patronal de las grandes constructoras, tenga la desvergüenza inaudita de exigir al Gobierno unplan de inversiones para los próximos cuatro años de 17.000 millones cada uno de ellos. Para que entiendan lo que significa, si las estimaciones de crecimiento del PIB del Gobierno se cumplieran, la riqueza creada sería de 10.000 millones de euros anuales, es decir, que estos oligarcas pretenden apropiarse de toda la riqueza creada y un 70% más endeudándonos.
En ningún otro país podría plantearse locura semejante. Pero la cosa es aún peor. Como, según datos oficiales, la obra pública cuesta en España un 25% más a causa de la falta de competencia y de la corrupción, los oligarcas de la construcción y sus amigos los políticos se llevarían con este plan de más infraestructuras innecesarias 17.000 millones de euros directamente al bolsillo, y el coste total de 68.000 millones lo pagarían nuestros hijos y nietos. Y esto no es todo, este prepotente exige también que se ponga peaje –otro robo de 7.000 millones al año– en las autovías que hemos pagado muy por encima de su precio para cubrir los sobornos y los extracostes, con nuestros impuestos, y con ello pagarles sus desastrosos errores.
Cualquiera que vuelva a votar a esta mafia que entiende la nación como un cortijo de su propiedad será tan culpable como ellaLas élites económicas y financieras siguen marcando las prioridades económicas y la agenda política de España, en detrimento de la mayoría de los intereses de la población. Ya ni se molestan en disimular. Por ello, cualquiera que vuelva a votar a esta mafia corrupta y saqueadora que entiende la nación como un cortijo de su propiedad, es decir, al PP y al PSOE, será tan culpablecomo ella del desastre económico y social que está generando. Quienes el domingo en Andalucía voten a Susana Díaz o al PP, que prometen bajadas de impuestos, el fin de la austeridad y gasto a todo trapo, financiado con el QE del BCE, estarán votando el hambre o la miseria de sus hijos y nietos mañana.

Ricos y pobres

El gran desastre de la Transición, aparte de robarnos la democracia, ha sido el modificar significativa y permanentemente el eje social y moral de la nación, empeorando de forma irrevocable las expectativas y el bienestar de las próximas generaciones. España es, de largo, el país de la OCDE en el que más han aumentado las diferencias entre ricos y pobres desde 2008. Según el análisis realizado por el FMI para las economías europeas entre 2007 y 2012, en 19 países disminuyó la desigualdad, en cuatro permaneció estable y en cinco aumentó, y dentro de ellas España se colocó a la cabeza en el ensanchamiento de la brecha social. Y a día de hoy hasta la propia Comisión Europea se encuentra “profundamente alarmada por el grado de desigualdad con el que la renta y la riqueza se reparten en España”.
Un estudio de Intermón Oxfam que analiza la distribución de renta y riqueza en todo el mundo de principios de 2014 explica que la riqueza conjunta de las 20 mayores fortunas de España (77.000 millones de euros) equivale a los ingresos del 20% de la población más pobre, y denuncia que el Gobierno de Rajoy “ha castigado de manera especial a las clases medias y a las personas más desfavorecidas”. Y sigue: “Que no se haga recaer el esfuerzo económico en quienes tienen más recursos, junto con la impunidad con la que se ha tratado a los responsables de la debacle financiera y la falta de una actuación clara y contundente contra la corrupción, cuyas evidencias se multiplican día a día, inocula una tensión insoportable en la sociedad española”.
Que uno de cada tres nuevos pobres en Europa sea español, que las diferencias entre la autonomías se hayan duplicado, que el 10% de los universitarios españoles esté en riesgo de pobreza, y que aun así el PP tenga la miseria moral de proclamar que solo sus dirigentes pueden sacarnos de la crisis, constituye el súmmum del cinismo y de la mentira. Explicaba la semana pasada cómo de unas diferencias de remuneración en bancos y empresas de 25 a 1 en 1975 se ha pasado a diferencias de 300 a 1 a día de hoy. Voy a ser más concreto: tomen el ejemplo de los dos grandes bancos nacionales, que es perfectamente extrapolable a la mayoría de las empresas del IBEX. Desde que comenzó la crisis, no solo no han creado valor para el accionista, es que le han hecho perder hasta la camisa y han despedido a miles de empleados, mientras la cúpula directiva ha multiplicado sus remuneraciones sin pausa.
De diferencias de remuneración en bancos y empresas 
de 25-1 en 1975 a diferencias de 300-1 al día de hoy

El Santander. En 2007 la cotización de sus acciones era de 13 euros, a día de hoy es de 6,4. Es cierto que ha habido ampliaciones y se han repartido dividendos, pero la inflación ha crecido un 9,1% desde entonces. Si las remuneraciones de los directivos hubieran estado ligadas, como debe ser, a la evolución de las cotizaciones, estas deberían ser la mitad o menos, pero suponen casi el doble. Y sigo con el BBVA, cuyo Servicio de Estudios siempre está al servicio del poder, como Funcas: ambos negaron la existencia de la burbuja, afirmaron que teníamos el sistema financiero más sólido de la galaxia y hoy mienten con el crecimiento del PIB a precios constantes, ocultando que no mide la riqueza creada, porque no resta la caída de precios. Pues bien, sus acciones estaban a 18 en 2007 y a 9,1 hoy. En 2014 la creación de valor para el accionista fue cero, lo que no ha impedido extender los bonus a 400 directivos frente a los 160 anteriores.
Otro ejemplo: Iberia. Tras echar a 5.500 personas, la cúpula directiva se ha subido el sueldo un 300%, mientras recortaba los salarios de sus empleados un 35%. En 2014 y sin trampas han perdido 311 millones a pesar del desplome deljet fuel, que representa el 50% del coste, y de que Montoro –que expolia sin piedad a la clase media y los pequeños empresarios– haya conseguido un crédito fiscal de 306 millones. Y se remuneran como si fueran grandes gestores, como los de Apple o Google, y no cortadores de cabezas... Se trata de unas élites insaciables que, en connivencia con la corrupta clase política, han impuesto un sistema de captura de rentas que permite, sin crear riqueza nueva, detraer rentas de la mayoría de la población en beneficio propio. El conflicto entre el interés particular de la clase política y el interés general de España es yainsostenible; votar PP o PSOE en las próximas consultas electorales es votar contra el futuro de nuestros hijos, es votar la ruina de España.

Hacia la bancarrota

Como señala César Vidal en su último libro, El traje del emperador, un brillante análisis de las razones del colapso del sistema, “las comunidades han subido más de 120 veces los impuestos desde 2012, y tan solo en 2013 inventaron 42 nuevas clases de impuestos para seguir manteniendo sus gastos”. A pesar de tamaño disparate fiscal, único en el mundo, han sido incapaces de equilibrar sus cuentas. “El gobierno central ha seguido una conducta muy similar aprobando medio centenar de subidas de impuestos. En una muestra de humor negro, la acción del gobierno de Rajoy es conocida como 50 sombras de Brey", continúa Vidal. Todo este esfuerzo recaudatorio no afecta prácticamente en nada a las élites, “pero aplasta cada vez más a los ciudadanos, y ha convertido España en la nación con mayor esfuerzo fiscal de toda Europa”.
Como era previsible, la disparatada política fiscal no ha servido para recaudar más, dado que las grandes fortunas vía sicavs están exentas de la mayoría de impuestos, y las grandes empresas tienen la fiscalidad más baja de Occidente. “Por el contrario, la ha hundido en la deuda y en la crisis arrastrando a millares de empresas a su destrucción y a otro millón más de ciudadanos al desempleo”. Para entender por qué esta deuda es ya imposible de devolver, lo primero que hay que tener claro es su volumen, que no es no es otro que el de los denominados “pasivos en circulación” que el BdE publica con más de seis meses de retraso. La última cifra disponible corresponde nada menos que al tercer trimestre de 2014. Y lo segundo que debe tenerse en cuenta es su ritmo de crecimiento, directamente relacionado con el déficit de las administraciones públicas.

La disparatada política fiscal 
no ha servido para recaudar más, dado que 
las grandes fortunas están exentas de impuestos

Según la última cifra publicada la deuda pública total, a septiembre de 2014 esta ascendía a 1.492.127 millones de euros, lo que representa el 141,5% del PIBpm. Además de la deuda pública total, existe la denominada “deuda según protocolo de déficit excesivo”, una convención contable de los burócratas de Bruselas, que es de la que exclusivamente hablan Gobierno, servicios de estudios y medios a su servicio, y que a esa misma fecha ascendía a 1.020.303 millones de euros, o el 96,8% del PIBpm. La diferencia de ambas en España es muy superior al resto de países de la Eurozona debido al río de dinero prestado a las comunidades, que no figura como “computable” y que asciende a 265.000 millones, contabilizados como “deuda de administraciones públicas en poder de otras administraciones públicas”.
Si esto es ya un desastre en sí mismo, lo es más aún su velocidad de crecimiento. Con Rajoy la deuda total se ha incrementado en dos años y nueve meses en la salvajada de 537.000 millones de euros, o el 51% del PIB, el mayor incremento de deuda de nuestra historia en un periodo de tiempo tan corto, como vengo explicando reiteradamente, y similar al incremento de deuda de sus predecesores en los doce años anteriores. Pero es que además, gracias al dinero ilimitado y gratis del QE que el BCE ha puesto en marcha sin control alguno, todas las reformas y recortes de gasto no es que se hayan detenido, sino que se han revertido, y hemos entrado ya en una nueva orgía de despilfarro sin límite. Estamos volviendo a una situación como la de 2006/2007: los bancos, con la liquidez a tope, están haciendo de nuevo préstamos insensatos a personas insensatas –¡como les ha salido gratis!–, mientras los grandes problemas estructurales siguen intactos.
Este año y siguientes España necesita conseguir en los mercados de capitales el equivalente al 25% del PIB para refinanciar vencimientos y deuda nueva, algo de todo punto insostenible. España está quebrada, solo el río de dinero gratis del BCE aplaza el desastre. Y con una burbuja gigantesca que crece cada día, ¡España paga menos por su deuda que EEUU! ¿Pero es que en el BCE se han vuelto locos? Hasta un niño se daría cuenta de la insostenibilidad de esta espiral infernal de deuda, gasto sin control y especulación que acabará haciendo saltar por los aires la Eurozona y arruinará la vida de varias generaciones de españoles.
Adicionalmente, el efecto colateral de esta masa de dinero es que los ahorros de los españoles valdrán menos, y exactamente igual ocurrirá con los planes de pensiones. Y esto es lo que tendrá que votarse este año, empezando el domingo en Andalucía. O se está con los despilfarradores, los especuladores y los corruptos que arruinarán su vida y la de sus hijos y sus nietos, o se está contra ellos. Ustedes deciden. 
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