Píldoras Anti-Masonería

El blog CLAVIJO defiende los valores

de la Iglesia Católica y de España

amenazados por el proyecto masónico-luciferino

"Nuevo Orden Mundial"


e-mail: ClavijoEspana@gmail.com



domingo, 3 de diciembre de 2017

Origen apostólico de Hispania y Mártires hispanos. España, "Tierra de MARIA" y Parábola de los viñadores infieles (2736)

JUAN PABLO II: España, "Tierra de MARIA" 
Parábola de los viñadores infieles: "Por eso os digo 
que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará 
a un pueblo que produzca sus frutos (Mateo-21, 43). 
El pueblo elegido, después de la infidelidad de los judios, 
fue el HISPANO, cuando la Virgen del  Pilar visitó a 
Santiago en Zaragoza en el año 40.
SUMARIO
1. Conexión Covadonga-Garabandal
2. MARIA del Pilar y Guadalupe
(Emperatriz de la Hispanidad)
3. Virgen de Covadonga (722)
4. Virgen de GARABANDAL (1961)
5. Catálogo de Apariciones de la Virgen
6. Itinerario cronológico en las Españas
7. Camino de SANTIAGO
8. Hechos de los Apóstoles (13,47): "Finis terrae"
Origen apostólico de Hispania
Hay una tradición medieval la cual nos cuenta que tras el Pentecostés del año 33 d.C. (quincuagésimo día después de la Pascua) el apóstol de Jesús de Nazaret llamado Iacobo de Zabedeo conocido como Santiago el Mayor, llegó a Hispania para predicar en Gallaecia donde hizo algunos discípulos, y siete de ellos fueron los que continuaron su tarea evangelizadora una vez que Santiago regresó a Jerusalén.
Son conocidos como los Siete Varones Apostólicos que viajaron a Roma para ser ordenados obispos por San Pedro y continuaron la evangelización de HISPANIA.
Unos manuscritos del siglo X que probablemente transmiten información más antigua (del siglo VIII o del siglo IX) cuentan que los siete varones apostólicos llegaron a Acci cuando se estaban celebrando unas fiestas paganas. Fueron increpados y perseguidos hasta un río cuyo puente se partió milagrosamente salvándoles de una muerte segura.
Se cuenta también que después se separaron para dar noticia del Cristianismo por distintas regiones de la Bética: Torcuato permaneció en Acci, Tesifonte marchó a Bergi, Hesiquio a Carcere, Indalecio a Urci , Segundo a Abula, Eufrasio a Iliturgi y Cecilio a Iliberri.
También es narrada en textos antiguos la probable presencia de San Pablo en Hispania porque si que consta su voluntad expresa de emprender el viaje.
Cristianización de Hispania
La consolidación del cristianismo en Hispania se produjo en fechas tardías (aproximadamente en el siglo III d.C). Probablemente la gran influencia que ejercían los territorios africanos donde el crisianismo estaba ya fuertemente arraigado fue la causa de su llegada a la península.
Otras posibles causas fueron la presencia de muchos inmigrantes orientales en esta época, o incluso el peso de las comunidades judías donde se realizaban los ritos cristianos al menos hasta el siglo II d.C.
Fuese de una u otra manera lo que sí que nos consta es que la nueva religión se expandió a través de los centros urbanos difundiéndose primero entre las clases humildes, pero poco a poco afectando al resto de la sociedad.
Pese a lo que dice el movimiento anticatólico moderno, está comprobado por la ciencia que las nuevas comunidades cristianas mantenían lazos con el mundo pagano y no eran ni radicales ni puristas en la práctica de sus rituales religiosos, pues hay constancia de que estos primeros cristianos participaban en la vida política, económica y social del mundo en el que vivían.
Persecuciones cristianas en la Hispania 
Las primeras persecuciones apenas tuvieron incidencia en el territorio peninsular, pero sí la del emperador Decio (mediados del siglo III).
Según nos cuenta el primer documento que habla sobre las primeras comunidades cristianas en Hispania, el emperador Decio promulgó un edicto obligando a todos los habitantes del Imperio a participar de los rituales oficiales paganos entregando un certificado a aquellos que los cumplían. Los obispos Basílides de Legio Asturica Augusta y Marcialde Emérita Augusta poseían estos certificados para librarse de la persecución; con lo cual fueron depuestos por la Iglesia y sustituidos por Sabino y Félix que fueron respaldados por el obispo Cipriano de Carthago Nova.
Sabemos también por los documentos antiguos que durante la persecución de Valeriano en 257 d.C. murió el obispo Fructuoso de Tarraco y sus diáconos Eulogio y Augurio.
La más dura de todas las persecuciones cristianas que hubo en la península fue la iniciada por Diocleciano donde murieron Emeterio y Celedonio en Calagurris, Justa, Rufina yFélix en Hispalis, Eulalia en Emerita Augusta, Vicente en Valentia, Justo y Pastor enComplutum, Leocadia en Toletum, Cucufate en Barcino, Félix en Gerunda, entre otros.
Mártires Hispanos
Marcellus de Legio Asturica Augusta
Fue un centurión de la Legio VII Gemina Pía Félix que nació y vivió en Legio Asturica Augusta durante la segunda mitad del siglo III d.C.
El lugar donde vivía junto a su familia se supone próximo a la muralla de León y la puerta de poniente, en la calle que hoy en día se conoce como Calle Ancha. Estaba casado con Nonia y tuvo doce hijos: Claudio, Lupercio, Victorio, Facundo, Primitivo, Emeterio, Celedonio, Servando, Germano, Fausto, Jenuario y Marcial.
Se estaban celebrando las fiestas por el nacimiento del emperador Valerio en julio del año 298, cuando Marcelo hizo pública su creencia cristiana y su única adoración al Dios del Cielo y de la Tierra, tirando al suelo su espada y el sarmiento de vid (atributos de su rango militar). Por este motivo fue apresado y enviado junto a su familia a Tingis para ser juzgado por el prefecto Agricolao.
El día 29 de octubre del año 298 fueron condenados a muerte por decapitación.
Emeterio y Celedonio, posiblemente hermanos, servían al imperio como soldados en la ciudad de Calagurris a finales del siglo III d.C.
Descubierta su confesión cristiana fueron encarcelados y puestos ante la alternativa de renunciar a su fe o abandonar la profesión militar. No renunciando ni a lo uno ni a lo otro fueron torturados y finalmente decapitados en el arenal del río Cidacos, lugar donde más tarde se levantó la actual catedral de Calahorra.
Engracia y los dieciocho mártires
Nacida en Bracara Augusta se dirigía hac
ia el Rosellón con el fin de casarse con un joven noble rico de allá, la acompañaba su tío Lupercio, diecisiete nobles y una sirviente llamada Julia.
Hicieron una parada en Caesaraugusta donde los miembros de su séquito fueron apresados por orden del prefecto Daciano acusados de adorar a Cristo. Fueron desnudados y torturados, entonces ella se encaró al prefecto intercediendo por ellos ante los tribunales romanos haciéndose a sí misma reo de tortura. Se cuenta que le arañararon las carnes con garfios, le cortaron un pecho y le clavaron un clavo en la cabeza.
Félix y Cucufate
Nacieron en la región Scilitana del continente africano; parece ser que de familias acomodadas. A finales del siglo III d.C. cursaron sus estudios en Cesarea Maritima donde tienen sus primeros contactos con los cristianos.
Cuando se enteran de la orden imperial de exterminio cristiano deciden abandonar su país, donde aún no se había puesto en marcha, para ayudar a los cristianos de la Tarraconense a soportar la difícil prueba en que se hallaban, llegando respectivamente a Emporion y Barcino.
Félix se traslada a Gerunda donde dicen las actas de su martirio que simulando ser mercader promovió tanta admiración entre el pueblo que convirtió a muchos paganos inquietando por ello a las autoridades, que le llevaron ante el tribunal del pretor. De allí pasa a la cárcel y después de recibir sentencia condenatoria, es sometido a diferentes torturas terminando su vida cuando su carne es desgarrada con garfios de hierro cerca del año 304 d.C.
Poco después Cucufate muere ejecutado en Castellum Octavianum.
Olalla de Barcino
Era una muchacha de entre 13 y 15 años que vivía a las afueras de Barcino en los tiempos de Diocleciano. Vivía en una casa de campo y al enterarse de las persecuciones cristianas de la época sus padres la encerraron para que no se entregase a las autoridades.
Hay serias dudas sobre la historicidad de la narración de su martirio. De acuerdo con la tradición, se escapó de su casa y confesó su cristiandad siendo inmediatamente torturada y condenada a muerte. Se cuenta que fue lanzada rodando dentro de un tonel lleno de vidrios rotos por la calle y posteriormente fue clavada desnuda en una cruz de forma de 'X'.
Fructuoso de Tarraco y Eulogio y Augurio
Fructuoso fue un obispo de Tarraco que fue martirizado junto con los diáconos Eulogio yAugurio en Enero de 259 d.C. Murió quemado vivo en el anfiteatro de Tarraco, durante la persecución decretada por los emperadores romanos Valeriano y Galerio.
Éstos fueron posiblemente los primeros mártires de los que hay constancia documental en la Historia del Cristianismo en Hispania, a través de un testimonio de su martirio escrito por un testigo presencial y por un testimonio epigráfico, en una lápida hallada en 1895 por una misión arqueológica francesa.
Valero y Vicente
Valero era el obispo de Caesaragusta y Vicente uno de sus diáconos. Fueron prendidos en el año 303 d.C. por orden del gobernador Daciano, y trasladados a Valentia. Valeroprobablemente por miedo a un levantamiento popular fue condenado al destierro y Vicentecondenado a muerte en enero de 304 ó 305. La leyenda cuenta que convirtió a su verdugo antes de morir.
Justo y Pastor
Eran dos hermanos de 7 y 9 años respectivamente nacidos en Tielmes. Fueron apresados por orden del gobernador Daciano en 304 d.C. Durante el juicio se les permitió abnegar al cristianismo cosa que no hicieron, por lo cual fueron decapitados junto a la basílica de Complutum.
Leocadia
Prudencio en el siglo IV en su libro el Peristephanon deja constancia de los echos acaecidos en esa época en Toletum.
Siendo casi una niña fue prendida a causa de su confesión cristiana y llevada ante los tribunales romanos donde no abnegó de su fe siendo encarcelada en condiciones infrahumanas y ejecutada, diciéndose que no derramó ninguna gota de sangre.
Eulalia
Nació en Emerita Augusta en el año 292 d.C. Al cumplir los doce años apareció el decreto del emperador Diocleciano. La niña sintió un gran disgusto por estas leyes tan injustas y se propuso protestar entre los delegados del gobierno.
Viendo su madre que la joven podía correr algún peligro de muerte si se atrevía a protestar contra la persecución de los gobernantes, se la llevó a vivir al campo pero escapó y se presentó ante el gobernador Daciano diciéndole que esas leyes que mandaban adorar ídolos y prohibían a Dios eran totalmente injustas y no podían ser obedecidas por los cristianos.
Fue condenada a que la destrozaran golpeándola con varillas de hierro y que sobre sus heridas colocaran antorchas encendidas. La joven murió quemada y ahogada por el humo.
Crispín y Crispiniano
Estos eran hermanos dedicados al oficio de zapateros nacidos en Astigi. Convertidos al cristianismo fueron enviados a evangelizar las Galias donde murieron decapitados por orden de Aurelio Valerio Maximiliano.
Treptes
Aunque no tengo muy clara su historia parece ser una mártir bastante joven vinculada a la ciudad de Carmo.
Justa y Rufina
Fueron dos hermanas nacidas en Hispalis en 268 y 270 d.C. respectivamente. Provenían de una familia modesta con firmes convicciones cristianas que se dedicaba al oficio de alfarería.
Dedicaron su tiempo libre a ayudar al prójimo y al conocimiento del Evangelio con lo que el prefecto Diogeniano de la colonia Hispal Romulense, mandó encarcelarlas, animándolas a abandonar sus creencias cristianas pero se negaron a pesar de las amenazas.
Sufrieron el tormento del potro para a continuación ser torturadas con garfios de hierro. Al no renunciar a su fe fueron encarceladas y condenadas a caminar descalzas en dirección a los Mariorum Mons sin agua ni comida hasta fallecer.
La primera en morir fue Justa cuyo cuerpo fue tirado a un pozo. Diogeniano conmovido por la terrible muerte de la primera le dio una nueva oportunidad a Rufina de renegar a su fe, cosa que no ocurrió, y como consecuencia fue condenada a morir en el anfiteatro devorada por un león.
Dice la leyenda que la bestia se acercó y lo más que hizo fue mover la cola y lamer sus vestiduras como haría un animal de compañía por lo que fue degollada y su cuerpo quemado.
Félix de Hispalis
Poco se sabe de su patria ni de sus hechos, pero es sabido por los manuscritos que hablan de Isidoro de Sevilla que éste diácono del siglo IV d.C. fue condenado a muerte en tiempos de Daciano por no renunciar a su fe.
Acisclo y Victoria
Fue Eulogio de Corduba quien relató su vida. Eran dos hermanos (aunque la existencia de Victoria es bastante dudosa) que no renegaron a su fe y que fueron condenados a muerte en tiempos de Septimio Severo por orden del pretor Dión, el primero degollado a orillas del Betis, y la segunda asaeteada en el anfiteatro de la colonia Corduba Patricia.
Zoilo de Corduba
Prudencio en el Himno IV del Peristephanon, hace una referencia a este personaje. En él se dice «Corduba Acisclum dabit, et Zoellum», por lo que se habla de un posible mártir llamado Zoilo en esa época.
Fausto, Genaro y Marcial
El documento literario más antiguo sobre ellos es un himno visigodo conservado en el oficio mozárabe, del que se deduce un martirio clásico del tiempo de Diocleciano en el que se invita a los tres a adorar a los ídolos por orden del emperador. Los tres se niegan y reciben tormento para forzar su obediencia al culto imperial. Son torturados hasta que finalmente son arrojados al fuego.
La ausencia de raros prodigios y otros elementos legendarios hacen pensar que la narración del himno se ajusta a la realidad histórica. Por otra parte los nombres de estos mártires figuraban en la inscripción de un sarcófago que, con restos de unas dieciocho personas dentro, fue hallado en la iglesia de San Pedro de Córdoba el año 1575.